La principal misión de la Casa de la Contratación de los Reales Alcázares de Sevilla, desde su fundación en el año 1503, fue gestionar y regular el comercio y transporte marítimo con los territorios españoles situados al otro lado del Océano Atlántico. La Casa de Contratación fue instalada inicialmente en las Atarazanas de Sevilla, pero ese lugar estaba expuesto a las riadas y era perjudicial para las mercancías, por lo que pronto fue trasladada al Alcázar Real, y allí quedó instalada en la sala de los Almirantes, hasta que fue trasladada a Cádiz en 1717. En 1543 fue cuando se creó en Sevilla el Consulado de mercaderes, la Casa Lonja como la llamaban en los antiguos documentos sevillanos, la Bolsa como la denominan los viajeros de los siglos XVI-XVIII, o el Consulado como se le llamará en el siglo XIX. El Consulado asumió una parte considerable de la jurisdicción civil sobre sus miembros, que antes ejercía la Casa de Contratación. Hasta esa fecha, los juicios y pleitos entre mercaderes se celebraban en la Casa de Contratación. Pero en 1543 consiguieron la creación de un Consulado como el de Burgos y como la Lonja de Valencia. La inmensa e importantísima documentación recogida en la Casa de Contratación con todos esos informes constituye hoy el Archivo de Indias, que está en el edificio de la Casa Lonja de Sevilla.